viernes, 26 de noviembre de 2010

Policía de Lara asedia a estudiantes en sede de la UBV

A cuatro meses del asedio que realizaran al Centro Regional de Apoyo al Maestro “Francisco Tamayo”, CRAM, esta vez la policía intenta despojar a los estudiantes de la UBV de su sede.

Estudiantes, profesores y miembros de la comunidad en general intentaron recuperar la sede de la Universidad Bolivariana de Venezuela, que había sido invadida por la Policía Regional desde hace dos semanas, este jueves 26 Noviembre a las 6 de la mañana.

De inmediato, cerca de 200 policías que mantenían la toma ilegal de la institución universitaria ubicada en la avenida Libertador de Barquisimeto, agredieron a los manifestantes. 15 personas resultaron heridas a consecuencia de la golpiza que les propinaron y más de 150 resisten el asedio de los policías, dentro y fuera de la universidad.

Varios piquetes de la Policía de Lara atacaron a la manifestación pacífica conformada por estudiantes, profesores, consejos comunales, miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela y del Partido Comunista de Venezuela, entre otras organizaciones sociales.

“Nos agredieron con palos, piedras, hasta nos dieron cascazos y nos arrastraron por el piso”, así lo informó Jorge Goyo, militante del PSUV en Lara, quien fue encarcelado y golpeado severamente este jueves junto a Luis Cordero. La policía golpeó salvajemente a los presentes, incluso a mujeres.

Durante este jueves, la Policía de Lara cercó la zona. El número de funcionarios ha aumentado considerablemente, muestran las armas y dispositivos de gases lacrimógenos para amedrentar a la población.

Los más de 150 manifestantes se mantienen en la universidad, pero temen ser asaltados por la policía.

UBV Lara
La sede de la Universidad Bolivariana de Venezuela, ubicada en la avenida Libertador de Barquisimeto, era la sede de la Escuela Niños Cantores de Lara.

A través del decreto 6030, publicado en gaceta oficial 5182, el Gobernador Luis Reyes Reyes aprobó la expropiación del inmueble que fue cedido a la Universidad Bolivariana de Venezuela, en el año 2005. Además la gobernación del estado aprobó un presupuesto para la restauración y optimización de las instalaciones.

Henry Falcón al ser electo gobernador, mantuvo el acuerdo de financiamiento de la restauración de la institución. Aunque nunca se ejecutó el proyecto, políticamente mantuvo en apariencias el apoyo a las autoridades universitarias. Tras su ruptura con el PSUV, su traición al comandante Chávez y la Revolución Bolivariana, retiró su apoyo a la comunidad universitaria e inició un ataque progresivo y sistemático a la institución para expulsar a la UBV. Falcón impuso que dichas instalaciones fueran destinadas al Servicio de Emergencias 171 de la Policía Regional del estado Lara.

La comunidad universitaria, Misión Sucre, consejos comunales, miembros del PSUV y PCV, junto a otros colectivos organizados se unieron para defenderse legalmente del atropello de Falcón. Se realizó una denuncia formal ante el Ministerio Público, y se han realizado manifestaciones contra los ataques del gobernador que han sido difundidas por los medios locales.

Como medida de retaliación, la gobernación intensificó sus agresiones y ordenó la toma ilegal de la sede por parte de la policía hace dos semanas.

Antecedentes
En julio de este año, la gobernación ordenó la toma ilegal de los espacios del Centro Regional de Apoyo al Maestro “Francisco Tamayo”, CRAM. La Policía del estado Lara asediaron por más de 8 días a decenas de personas de la comunidad que defendieron las instalaciones para impedir que el gobernador Henry Falcón robara los espacios que pertenecen a las misiones educativas, consejos comunales y organizaciones sociales.

Tras un recurso legal introducido ante el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo, además de la denuncia a través de medios locales y nacionales, la comunidad organizada logró que la policía se retirara.

A cuatro meses de este fallido desalojo, el gobernador Henry Falcón intenta nuevamente despojar al pueblo larense de los logros que ha obtenido gracias a la Revolución Bolivariana.


jueves, 25 de noviembre de 2010

La Cantera pal Waraira Repano




Renecito de la Cruz (actor), 
José Ignacio León (actor) y 
Charly Salgado (cantautor), 

vendrán como invitados en representación de Cuba. 
Estaremos juntos vibrando con la tierra, 
haciendo teatro, canto y poesía. 
Los esperamos la noche del sábado en el Hotel Humbolt, en la cima del Waraira Repano


Pulsa sobre la imágen para ver tamaño completo





 
El Costo de la entrada es de Bs 50,oo
 en la entrada del hotel

 

martes, 23 de noviembre de 2010

El sentimiento de lo Fantástico



Conferencia dada por Julio Cortázar en la U.C.A.B
Fuente:  www.juliocortazar.com.ar

Presentador: Cortázar se incorpora de lleno al ámbito literario argentino en 1938 con su libro Presencia. Algunas revistas de la época recogen sus colaboraciones firmadas con el nombre de Julio Denis. (...) Cortázar empieza siendo un poeta, también lo será siempre en cierto modo. Puede sorprender que Cortázar, el mismo que años más tarde escribiera Historia de Cronopios, Los Premios y Rayuela, se haya iniciado con un volumen de “Sonetos” en su libro Presencia, pero no sorprenderá a quien descubra las líneas de fuerza y la constante aspiración a una forma estética que asume en sus libros. No es casual su admiración a Keats, ni su preocupación continua por el lenguaje y por la fijación de la multiplicidad del espíritu en la palabra.

Yo he sido siempre y primordialmente considerado como un prosista. La poesía es un poco mi juego secreto, la guardo casi enteramente para mí y me conmueve que esta noche dos personas diferentes hayan aludido a lo que yo he podido hacer en el campo de la poesía. (...) he pensado que me gustaría hablarles concretamente de literatura, de una forma de literatura:El cuento fantástico .

Yo he escrito una cantidad probablemente excesiva de cuentos, de los cuales la inmensa mayoría son cuentos de tipo fantástico. El problema, como siempre, está en saber qué es lo fantástico. Es inutil ir al diccionario, yo no me molestaría en hacerlo, habrá una definición, que será aparentemente impecable, pero una vez que la hayamos leído los elementos imponderables de lo fantástico, tanto en la literatura como en la realidad, se escaparán de esa definición.

Ya no sé quién dijo, una vez, hablando de la posible definición de la poesía, que la poesía es eso que se queda afuera, cuando hemos terminado de definir la poesía , creo que esa misma definición podría aplicarse a lo fantástico, de modo que, en vez de buscar una definición preceptiva de lo que es lo fantástico, en la literatura o fuera de ella, yo pienso que es mejor que cada uno de ustedes, como lo hago yo mismo, consulte su propio mundo interior, sus propias vivencias y se plantee personalmente el problema de esas situaciones, de esas irrupciones, de esas llamadas coincidencias en que de golpe, nuestra inteligencia y nuestra sensibilidad, tiene la impresión de que las leyes, a que obedecemos habitualmente, no se cumplen del todo o se están cumpliendo de una manera parcial, o están dando su lugar a una excepción.

Ese sentimiento de lo fantástico como me gusta llamarle, porque creo que es sobre todo un sentimiento e incluso un poco visceral, ese sentimiento me acompaña a mí desde el comienzo de mi vida, desde muy pequeño, antes, mucho antes de comenzar a escribir, me negué a aceptar la realidad tal como pretendían imponérmela y explicármela mis padres y mis maestros. Yo vi siempre el mundo de una manera distinta, sentí siempre, que entre dos cosas que parecen perfectamente delimitadas y separadas, hay intersticios por los cuales, para mí al menos, pasaba, se colaba, un elemento, que no podía explicarse con leyes, que no podía explicarse con lógica, que no podía explicarse con la inteligencia razonante.

Ese sentimiento, que creo se refleja en la mayoría de mis cuentos, podríamos calificarlo de extrañamiento; en cualquier momento les puede suceder a ustedes, les habrá sucedido, a mí me sucede todo el tiempo, en cualquier momento que podemos calificar de prosaico, en la cama, en el ómnibus, bajo la ducha, hablando, caminando o leyendo, hay como pequeños paréntesis en esa realidad y es por ahí, donde una sensibilidad preparada a ese tipo de experiencias siente la presencia de algo diferente, siente, en otras palabras, lo que podemos llamar lo fantástico. Eso no es ninguna cosa excepcional, para gente dotada de sensibilidad para lo fantástico, ese sentimiento, ese extrañamiento, está ahí, a cada paso, vuelvo a decirlo, en cualquier momento y consiste sobre todo en el hecho de que las pautas de la lógica, de la causalidad del tiempo, del espacio, todo lo que nuestra inteligencia acepta desde Aristóteles como inamovible, seguro y tranquilizado se ve bruscamente sacudido, como conmovido, por una especie de, de viento interior, que los desplaza y que los hace cambiar.

Un gran poeta francés de comienzos de este siglo, Alfred Jarry, el autor de tantas novelas y poemas muy hermosos, dijo una vez, que lo que a él le interesaba verdaderamente no eran las leyes, sino las excepciones de las leyes; cuando había una excepción, para él había una realidad misteriosa y fantástica que valía la pena explorar, y toda su obra, toda su poesía, todo su trabajo interior, estuvo siempre encaminado a buscar, no las tres cosas legisladas por la lógica aristotélica, sino las excepciones por las cuales podía pasar, podía colarse lo misterioso, lo fantástico, y todo eso no crean ustedes que tiene nada de sobrenatural, de mágico, o de esotérico; insisto en que por el contrario, ese sentimiento es tan natural para algunas personas, en este caso pienso en mí mismo o pienso en Jarry a quien acabo de citar, y pienso en general en todos los poetas; ese sentimiento de estar inmerso en un misterio continuo, del cual el mundo que estamos viviendo en este instante es solamente una parte, ese sentimiento no tiene nada de sobrenatural, ni nada de extraordinario, precisamente cuando se lo acepta como lo he hecho yo, con humildad, con naturalidad, es entonces cuando se lo capta, se lo recibe multiplicadamente cada vez con más fuerza; yo diría, aunque esto pueda escandalizar a espíritus positivos o positivistas, yo diría que disciplinas como la ciencia o como la filosofía están en los umbrales de la explicación de la realidad, pero no han explicado toda la realidad, a medida que se avanza en el campo filosófico o en el científico, los misterios se van multiplicando, en nuestra vida interior es exactamente lo mismo.

Si quieren un ejemplo para salir un poco de este terreno un tanto abstracto, piensen solamente en eso que utilizamos continuamente y que es nuestra memoria. Cualquier tratado de psicología nos va a dar una definición de la memoria, nos va a dar las leyes de la memoria, nos va a dar los mecanismos de funcionamiento de la memoria. Y bien, yo sostengo que la memoria es uno de esos umbrales frente a los cuales se detiene la ciencia, porque no puede explicar su misterio esencial, esa memoria que nos define como hombres, porque sin ella seríamos como plantas o piedras; en primer lugar, no sé si alguna vez se les ocurrió pensarlo, pero esa memoria es doble; tenemos dos memorias, una que es activa, de la cual podemos servirnos en cualquier circunstancia práctica y otra que es una memoria pasiva, que hace lo que le da la gana: sobre la cual no tenemos ningún control.

Jorge Luis Borges escribió un cuento que se llama “Funes el memorioso”, es un cuento fantástico, en el sentido de que el personaje Funes, a diferencia de todos nosotros, es un hombre que posee una memoria que no ha olvidado nada, y cada vez que Funes ha mirado un árbol a lo largo de su vida, su memoria ha guardado el recuerdo de cada una de las hojas de ese árbol, de cada una de las irizaciones de las gotas de agua en el mar, la acumulación de todas las sensaciones y de todas las experiencias de la vida están presentes en la memoria de ese hombre. Curiosamente en nuestro caso es posible, es posible que todos nosotros seamos como Funes, pero esa acumulación en la memoria de todas nuestras experiencias pertenecen a la memoria pasiva, y esa memoria solamente nos entrega lo que ella quiere.

Para completar el ejemplo si cualquiera de ustedes piensa en el número de teléfono de su casa, su memoria activa le da ese número, nadie lo ha olvidado, pero si en este momento, a los que de ustedes les guste la música de cámara, les pregunto cómo es el tema del andante del cuarteto 427 de Mozart, es evidente que, a menos de ser un músico profesional, ninguno de ustedes ni yo podemos silvar ese tema y sin embargo, si nos gusta la música y conocemos la obra de Mozart, bastará que alguien ponga el disco con ese cuarteto y apenas surja el tema nuestra memoria lo continuará. Comprenderemos en ese instante que lo conocíamos, conocemos ese tema porque lo hemos escuchado muchas veces, pero activamente, positivamente, no podemos extraerlo de ese fondo, donde quizá como Funes, tenemos guardado todo lo que hemos visto, oído, vivido.

Lo fantástico y lo misterioso no son solamente las grandes imaginaciones del cine, de la literatura, los cuentos y las novelas. Está presente en nosotros mismos, en eso que es nuestra psiquis y que ni la ciencia, ni la filosofía consiguen explicar más que de una manera primaria y rudimentaria.

Ahora bien, si de ahí, ya en una forma un poco más concreta nos pasamos a la literatura, yo creo que ustedes están en general de acuerdo que el cuento, como género literario, es un poco la casa, la habitación de lo fantástico. Hay novelas con elementos fantásticos, pero son siempre un tanto subsidiarios, el cuento en cambio, como un fenómeno bastante inexplicable, en todo caso para mí, le ofrece una casa a lo fantástico; lo fantástico encuentra la posibilidad de instalarse en un cuento y eso quedó demostrado para siempre en la obra de un hombre que es el creador del cuento moderno y que se llamó Edgar Allan Poe. A partir del día en que Poe escribió la serie genial de su cuento fantástico, esa casa de lo fantástico, que es el cuento, se multiplicó en las literaturas de todo el mundo y además sucedió una cosa muy curiosa y es que América Latina, que no parecía particularmente preparada para el cuento fantástico, ha resultado ser una de las zonas culturales del planeta, donde el cuento fantástico ha alcanzado sus exponentes, algunos de sus exponentes más altos. Piensen, los que se preocupan en especial de literatura, piensen en el panorama de un país como Francia, Italia o España, el cuento fantástico no existe o existe muy poco y no interesa, ni a autores, ni a lectores; mientras que, en América Latina, sobre todo en algunos países del cono sur: en el Uruguay , en la Argentina... ha habido esa presencia de lo fantástico que los escritores han traducido a través del cuento. Cómo es posible que en un plazo de treinta años el Uruguay y la Argentina hayan dado tres de los mayores cuentistas de literatura fantástica de la literatura moderna. Estoy naturalmente citando a Horacio Quiroga, a Jorge Luis Borges y al uruguayo Felisberto Hernández, todavía injustamente, mucho menos conocido.

En la literatura lo fantástico encuentra su vehículo y su casa natural en el cuento y entonces, a mí personalmente no me sorprende, que habiendo vivido siempre con la sensación de que entre lo fantástico y lo real no había límites precisos, cuando empezé a escribir cuentos ellos fueran de una manera casi natural, yo diría casi fatal, cuentos fantásticos.

(...) Eligo para demostrar lo fantástico uno de mis cuentos “La noche boca arriba” y cuya historia, resumida muy sintéticamente, es la de un hombre que sale de su casa en la ciudad de París, una mañana, en una motocicleta y va a su trabajo, observando, mientras conduce su moto, los altos edificios de concreto, las casas, los semáforos y en un momento dado equivoca una luz de semáforo y tiene un accidente y se destroza un brazo, pierde el sentido y al salir del desmayo, lo han llevado al hospital, lo han vendado y está en una cama, ese hombre tiene fiebre y tiene tiempo, tendrá mucho tiempo, muchas semanas para pensar, está en un estado de sopor, como consecuencia del accidente y de los medicamentos que le han dado; entonces se adormece y tiene un sueño; sueña curiosamente que es un indio mexicano de la época de los aztecas, que está perdido entre las ciénagas y se siente perseguido por una tribu enemiga, justamente los aztecas que practicaban aquello que se llamaba la guerra florida y que consistía en capturar enemigos para sacrificarlos en el altar de los dioses.

Todos hemos tenido y tenemos pesadillas así, siente que los enemigos se acercan en la noche y en el momento de la máxima angustia se despierta y se encuentra en su cama de hospital y respira entonces aliviado, porque comprende que ha estado soñando, pero en el momento en que se duerme la pesadilla continúa, como pasa a veces y entonces, aunque él huye y lucha es finalmente capturado por sus enemigos, que lo atan y lo arrastran hacia la gran pirámide, en lo alto de la cual están ardiendo las hogueras del sacrificio y lo está esperando el sacerdote con el puñal de piedra para abrirle el pecho y quitarle el corazón. Mientras lo suben por la escalera, en esa última desesperación, el hombre hace un esfuerzo por evitar la pesadilla, por despertarse y lo consigue; vuelve a despertarse otra vez en su cama de hospital, pero la impresión de la pesadilla ha sido tan intensa, tan fuerte y el sopor que lo envuelve es tan grande, que poco a poco, a pesar de que él quisiera quedarse del lado de la vigilia, del lado de la seguridad, se hunde nuevamente en la pesadilla y siente que nada ha cambiado. En el minuto final tiene la revelación. Eso no era una pesadilla, eso era la realidad; el verdadero sueño era el otro. Él era un pobre indio, que soñó con una extraña, impensable ciudad de edificios de concreto, de luces que no eran antorchas, y de un extraño vehículo, misterioso, en el cual se desplazaba, por una calle.

Si les he contado muy mal este cuento es porque, me parece, que refleja suficientemente la inversión de valores, la polarización de valores, que tiene para mí lo fantástico y, quisiera decirles además, que esta noción de lo fantástico no se da solamente en la literatura, sino que se proyecta de una manera perfectamente natural en mi vida propia.

Terminaré este pequeño recuento de anécdotas con algo que me ha sucedido hace aproximadamente un año. Ocho años atrás escribí un cuento fantástico que se llama “Instrucciones para John Howell”, no les voy a contar el cuento; la situación central es la de un hombre que va al teatro y asiste al primer acto de una comedia, más o menos vanal, que no le interesa demasiado; en el intervalo entre el primero y el segundo acto dos personas lo invitan a seguirlos y lo llevan a los camerinos, y antes de que él pueda darse cuenta de lo que está sucediendo, le ponen una peluca, le ponen unos anteojos y le dicen que en el segundo acto él va a representar el papel del actor que había visto antes y que se llama John Howell en la pieza.

“Usted será John Howell”. Él quiere protestar y preguntar qué clase de broma estúpida es esa, pero se da cuenta en el momento de que hay una amenaza latente, de que si él se resiste puede pasarle algo muy grave, pueden matarlo. Antes de darse cuenta de nada escucha que le dicen “salga a escena, improvise, haga lo que quiera, el juego es así”, y lo empujan y él se encuentra ante el público... No les voy a contar el final del cuento, que es fantástico, pero sí lo que sucedió después.

El año pasado recibí desde Nueva York una carta firmada por una persona que se llama John Howell. Esa persona me decía lo siguiente: “ Yo me llamo John Howell, soy un estudiante de la universidad de Columbia, y me ha sucedido esto; yo había leído varios libros suyos, que me habían gustado, que me habían interesado, a tal punto que estuve en París hace dos años y por timidez no me animé a buscarlo y hablar con usted. En el hotel escribí un cuento en el cual usted es el protagonista, es decir que, como París me ha gustado mucho, y usted vive en París, me pareció un homenaje, una prueba de amistad, aunque no nos conociéramos, hacerlo intervenir a usted como personaje. Luego, volví a N.Y, me encontré con un amigo que tiene un conjunto de teatro de aficionados y me invitó a participar en una representación; yo no soy actor, decía John, y no tenía muchas ganas de hacer eso, pero mi amigo insistió porque había otro actor enfermo. Insistió y entonces yo me aprendí el papel en dos o tres días y me divertí bastante. En ese momento entré en una librería y encontré un libro de cuentos suyos donde había un cuento que se llamaba “Instrucciones para John Howell” . ¿Cómo puede usted explicarme esto, agregaba, cómo es posible que usted haya escrito un cuento sobre alguien que se llama John Howell, que también entra de alguna manera un poco forzado en el teatro, y yo, John Howell, he escrito en París un cuento sobre alguien que se llama Julio Cortázar.

Yo los dejo a ustedes con esta pequeña apertura, sobre el misterio y lo fantástico, para que cada uno apele a su propia imaginación y a su propia reflexión y desde luego, a partir de este minuto estoy dispuesto a dialogar y a contestar, como pueda, las preguntas que me hagan…


Adrián Suárez: Un señor con sombrero, altamente sospechoso




El ser compositor es una elección con opción a la trascendencia. El creador se sabe deudor de fuerzas o verdades siempre superiores de las cuales él es legítimo interlocutor, de Dios mismo o de la historia, del inconsciente colectivo o aún de su propio genio.
Adrián Suárez

Como si pasara desapercibido, pensó que sería lo socialmente aceptado, caminar lleno de silencios hasta su destino, con la idea de que nadie pensara que era capaz de reír escandalosamente, o partir abruptamente al confín del mundo. Los nuevos amigos que le esperaban para decir por radio lo que él sentía tampoco eran tan cuerdos, precisamente, lo gracioso era que todos estaban locos y todos, ignoraban las obsesiones de los compañeros. Irónico.

Adrián Suárez llegó a la Radio Nacional, a La Cantera, después de meditar, de investigar y de crear muchísimo. Adrián ha logrado integrar el conocimiento que ha adquirido estudiando música y siendo músico, ahora le toca decir. El dice mucho de sí y de su rol como creador. Recientemente presentó a Watunna, una obra para Orquesta Sinfónica y dos Chamanes Piaroas. Es un reto para él, crear una obra que integre musicalmente, dos mundos aparentemente opuestos: la academia y el conocimiento heredado de nuestros ancestros. Pero también es un reto escuchar la música sanadora de los piaroas, es un reto para muchos escuchar “lo nuevo” que contradictoriamente ha permanecido en nuestra memoria colectiva por siglos.

Watunna fue interpretada el pasado 10 de octubre por la Orquesta Filarmónica Nacional y dos Chamanes piaroas y dirigida por el maestro Juan Carlos Núñez.

-La palabra éxito no me interesa porque no se trata de eso, de lo que se trata es que hemos observado como la gente ha accedido a este saber ancestral con la humildad necesaria y se ha producido una experiencia muy hermosa en la sala el día del concierto- explicó Adrián Suárez.

-De alguna manera fue una especie de iniciación espiritual y de reencuentro con nuestros ancestros más antiguos, con el saber de la cuenca del Orinoco.

El proceso que llevó a Adrián Suárez a esta obra y a la creación musical nacida del legado indígena que heredamos los venezolanos, se inició con sus estudios en la Escuela de Artes de La Universidad Central de Venezuela, y siguió con su trabajo de investigación realizado en la Fundación de Etnomusicología y Folclor, Fundef, actualmente Casa de la Diversidad Cultural.

Algo vibró, y luego se fue gestando. Estudiando fuera de Venezuela quiso contestar muchas preguntas – Qué somos, qué es significativo, cuál es la memoria. Se empezaron a atar cabos. El conocimiento adquirido, entonces para él incipiente, comenzó a tornarse en una necesidad que debía ser volcada a la investigación, y de investigación tenía que contribuir a la creación musical.

En 1999 comenzó a escribir Watunna. Su creación inició entonces, pero fue interrumpida en varias oportunidades hasta que concluyó la obra con un viaje que realizó al estado Amazonas en enero de 2010.

– Para mí resume la vivencia de casi una década, donde además de ésta hay otras pequeñas obras, pero creo que todo está volcado en esta obra sinfónica Watunna. El encuentro con el chaman Bolívar, con su hijo Rufino y con otro par de chamanes que me recibieron con un grado de hermandad insólito. La palabra “no” no la he conocido de ellos.

La presentación de Watunna, fue para Adrián, un milagro. - Se presentó la oportunidad de hacer el concierto con la Filarmónica Nacional, cosa bastante extraña para un compositor presentar una obra sinfónica, un compositor venezolano quiero decir, porque los compositores rusos, italianos, alemanes, franceses, los escuchamos semanalmente. A los compositores venezolanos no los escuchamos, no nos conocemos. Para qué tener tantas orquestas si la creación nuestra, venezolana, no accede a estas instituciones, no está, ellos no la presentan…

Milagro porque nace de cuestionamientos castrados por la escuela para la sumisión, milagro porque gran parte de las instituciones dedicadas a la gestión cultural no están conectadas con nuestra esencia.

- Yo lo llamo nueva música ancestral venezolana, porque efectivamente yo pretendo un nuevo lenguaje pero hundiendo la memoria en el mundo de la cultura ancestral venezolana. Los instrumentos, los cantos, toda la artesanía, tiene relación con el mundo espiritual. A veces simplemente nos quedamos en el plano material, que es lo que normalmente haría un investigador, la creación busca otros planos pero necesitas generar un lenguaje.

Para Adrián es un nuevo lenguaje nacido de lo ancestral. La cultura occidental, de la que somos parte, nos educa de espaldas a nuestro origen. La creación, para ser expresión genuina de nuestro pueblo, debe partir del comienzo, del antes que nosotros desechamos, necios.

- En la obra Watunna tuve que fracturar el alma de algunos instrumentos para poder representar el imaginario de lo que yo estaba buscando.

Watunna es la suma de toda la experiencia de Adrián durante los últimos años, su encuentro con los chamanes piaroas, el viaje que no ha terminado. Esta obra definirá el futuro de su creación.

- Es algo que se nos escapa de las manos, lo que hay allí es un mensaje de lengua celeste. La música no es un lenguaje humano, la música es un lenguaje que va a otro punto y que es sobrehumano.

Vicente Emilio Sojo
Es tiempo de cambios. Tiempo de volver al punto donde nos perdimos. La escuela de Sojo, sembró en muchos un profundo amor por la tradición musical venezolana, le dio su lugar, su justo valor. En algún momento, luego de la muerte del maestro Sojo, la disciplina para recopilar, investigar, difundir y proteger a la música venezolana, se perdió, entre las paredes ruinosas de la escuela de Santa Capilla.

Adrián plantea una inconformidad que no sólo le pertenece a él. Es una necesidad de todos cambiar, regresar al punto de la ruptura entre nosotros y nuestros sonidos.

- La Orquesta Sinfónica de Venezuela fue creada para tocar obras de compositores venezolanos. Una orquesta que hizo el maestro Sojo para tocar la obra de sus alumnos, esta escuela de composición extraordinaria. Se creó una orquesta y el Orfeón Lamas con esa finalidad, y eso reza en sus estatutos. Esa y todas las demás orquestas no tocan lo venezolano, es una gran contradicción. No lo entendemos en realidad.

De su vida
Adrián Suárez, nació en Caracas el 23 de abril de 1969.

Licenciado en Artes, UCV, 1994. Realizó estudios de música, trombón y composición en la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas, en Caracas. De 1985 a 1990 se especializó en percusión afro caribeña y percusión afro venezolana. Fue Investigador y asesor de la Fundación de Etnomusicología y Folklore, FUNDEF, entre los años 1993 y 1995, en Caracas. Realizó estudios de composición en la Cátedra Latinoamericana de Composición Antonio Estévez, con el maestro Juan Carlos Núñez de 1994 a 1996.

Fue galardonado con el Premio Municipal de Música, en Caracas, 2002, por su obra Soledades, Hommâge à Octavio Paz, para dos guitarras y arpa.

Desde 1991 es miembro de la Asociación Musikós en Caracas, y desde 1999, miembro fundador del grupo internacional de compositores Aspect, en Alemania.

Fue becado por la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho para cursar estudios de composición en Alemania, de 1997 al año 2000. Se graduó de Maestro compositor en Stuttgart, Alemania, 2001.

Entre 1998 y 2007 participó en diversos festivales y seminarios en Alemania y México. En 2008, participó en el Festival Latinoamericano de Música, realizado Caracas.
Creador del Ensemble Lux Aeterna, dedicado a la interpretación de obras de carácter espiritual y sagrado de todos los tiempos.

A partir de 2008, es Profesor de La Universidad de las Artes de Venezuela, y fue fundador del Festival de Nueva Música Akoustikos en 2009.

Sus actividades como investigador, compositor e intérprete han llevado a Suárez y a su música a través de varios países de América, Europa, África y Asia.

Obras:
Autor y Director de los espectáculos Músico-Dramatúrgicos en Venezuela: Lamas Siempre (1995), ¿Sería? (1996), Tetralogía (1996), Proyecto Música e Hipótesis Aleatorias (1997), Miércoles de 7 Templos (1997), Mandala Ardiente (1997), San Juan de Los Cuatro Vientos (1997). Atavismos del Sol y de la Luna para 2 clarinetes, trompa, corno inglés y medios electrónicos (1998). Maithuna para soprano, contratenor, clarinete, acordeón, trombón y medios electrónicos (2009). Watunna para Orquesta Sinfónica y dos Chamanes Piaroas (2010).

Autor y Director en Europa: Musikunterricht auf dem Killesberg (Alemania, 1998); estreno de las obras: Ibbur: La Saturación del Alma (Alemania, 1998); Bagatellen (Alemania, 1998); Werkforum/Ammoniten-Projekt mit der Brass Akademie Stuttgart und Percussion Pur (Alemania, 1998); Quelle (Alemania, 1999); Hilfsaktion für Venezuela: Concierto-Exposición a beneficio de las víctimas de la tragedia de Vargas (Alemania, 2000); Atavismos (Alemania, 2000); Al Sangrado Árbol... (Bélgica, 2000). Música para la exposición Indianisches Leben am Orinoko, die Sammlung Cisneros (Alemania, 2001). Comisión de dos obras para orquesta sinfónica por parte del Vice-ministerio de Cultura de Venezuela (2002-2003).







lunes, 22 de noviembre de 2010

De las Voces Risueñas de Carayaca y la vibración por simpatía


Un cuerpo vibra, se estremece en la oscuridad de su pensamiento. Si supiera lo que es la electricidad se sentiría identificado, trataría de desdoblarse para tocar a otros, y que estos toquen a otros, y luego a otros, y a otros más. La onda se agita y nos agita. Ellas llegaron riendo y cantando, nos hicieron vibrar por simpatía...


Celebramos con ellas cada navidad, pero ahora podemos celebrar los sesenta años de su incansable labor. Han exaltado los valores de nuestra tradición musical, convirtiéndose en patrimonio cultural de Carayaca y de toda Venezuela.


Esta era la casa
que yo les decía
que al llegar a ella
las puertas se abrían…

Preparen la mesa
y enciendan la luz
para que reciban
al niño Jesús


Loreley, Luís, Flor y Luisana nos invitaron al concierto de las Voces Risueñas por sus 60 años de canto y celebración, que se realizará el próximo 26 de noviembre - A través de ustedes queremos hacerle una visita a todo el pueblo de Venezuela, dijo Loreley, sabemos que escucha sobre todo la gente joven, gente que está involucrada en el trabajo de nuestra cotidianidad cultural.


Loreley Pérez Evora, directora de la agrupación, es hija del maestro Luís Pérez, fundador de las Voces Risueñas de Carayaca. El sueño de una familia que se convirtió, luego de sesenta años, en una gran escuela. Me hace sentir muy orgullosa, dijo Loreley, refiriéndose a la cuarta generación de voces risueñas que hoy crece amando sus tradiciones.


Las Voces Risueñas, cantan aguinaldos y parrandas, géneros que definen a la navidad venezolana. Las risueñas cantan a la navidad todo el año, y entonan otros cantos en cada fiesta nacida de la devoción del pueblo venezolano. Ellas junto a muchos otros, han protegido nuestro patrimonio musical, actualmente amenazado por los valores de la TV.


- Lamentablemente no hay conciencia de cuánto poder tienen los medios de difusión. Se promueven, se difunden y se venden otros valores que están extirpando lo que a nosotros nos pertenece – reflexiona Amaranta – Detrás de la imagen siempre hay otro mensaje, nada positivo que se diga- acuerda Luisana.


Es una batalla contra la alienación para salvar al venezolano, de la dureza, de la insensibilidad.



A todo color, a toda verdad
- Nosotros siempre hemos tratado de mantener la indumentaria que utilizamos para mostrarnos como agrupación de proyección cultural, porque nos parece importante que sobre todo la juventud, sepa que existe en algunos de nuestros pueblos gente que mantiene esa manera de vertirse – comentó Flor Ester, poco después de saludar a la audiencia del Canal Clásico, el viernes 19 por la tarde.


Las Voces Risueñas de Carayaca son conocidas por sus trajes, tradicionales y coloridos. Aunque, en el seno de la agrupación, han surgido propuestas de cambiar el vestuario, se han mantenido los elegantes vestidos.


Tratamos de mantenerlo a toda costa, siguió Flor Esther. – Eso hace que nos identifique, dijo Loreley.


Como docente, Flor sabe por experiencia, la importancia del rol que tienen como educadores – Expresarles, explicarles (a los niños) que la única manera de hacerse sentir bailando, no es precisamente mostrando una ropa muy sexy, tan sexy como la que pudieran usar con alguna otra variedad u otro género como el reguetón, que incluso en las escuelas lo ponen también. A nosotros nos gusta trabajar lo popular bien hecho.


Las Voces Risueñas de Carayaca, es una de las pocas agrupaciones que aún canta aguinaldos. – el aguinaldo casi quedó para los coros… el bombardeo es fuerte, no es fácil, comentó Loreley cuando hablábamos sobre la importancia de que los venezolanos podamos contar, aún hoy, a pesar de la alienación, con personas que puedan dar testimonio de nuestras tradiciones, manteniendo viva las costumbres que nos convocan a integrarnos en amor.



Azul, azul
Azul el pabellón
Que ha sacado al niño
Del altar mayor

El pueblo está deseoso de retomar sus cosas, está un poco harto del reguetón, expresó Loreley muy segura, es triste que en algunos espacios nuestros se esté utilizando el reguetón, eso me pega durísimo.


Es muy difícil resistir, considerando la ignorancia de la que somos presa como pueblo, y como Estado, cuando dirigentes gubernamentales promueven manifestaciones musicales, artísticas, que enajenan a la población pensando que eso es “lo que gusta”. – No les interesa promover nuestras tradiciones porque creen que pierden público… Están equivocados, nuestras fiestas son muy hermosas, muy alegres, incluso muy sensuales, intervino Amaranta.


Loreley planteó una preocupación que se ha convertido en un llamado general a la conciencia de los venezolanos, especialmente a aquellos que desde las instancias de gestión cultural nacionales y locales deben proteger y difundir el trabajo de los cultores – Nosotros tuvimos la suerte de tener la enseñanza, aunque no muy profunda pero escuchábamos cosas de Venezuela, estos muchachos no escuchan nada eso – Las nuevas generaciones de venezolanos tienen cada vez menos indicios de su origen.


Cómo va a estar identificados si no tienen referencia, somos nosotros los que tenemos que recuperarlos a ellos.



La noche de los milagros
se acerca ya
con la segunda persona
de la trinidad
y florece en nuestro pecho
un divino cantar
para el Dios hecho hombre
Oh Dios inmortal


Las Voces Risueñas, en los años 50, surgieron cantando aguinaldo caraqueños. Uno de los grupos que más los influenció fue Jesús, María y José oriundos de la parroquia capitalina de Sarría. En todas sus producciones, las Voces Risueñas incluyen temas de esa agrupación caraqueña, pues existe una compenetración entre ellas.


Los primeros compositores de Las Voces Risueñas empezaron a crear durante los primeros años de la década de los 50. La Noche de los milagros es el primer aguinaldo compuesto por el maestro Luís Díaz en 1953. – Ellos, escuchando, la fibra poética y musical se empezó a mover, nos contó Loreley – gente de Carayaca, de La Guaira, empezó a componer.


Qué viva el pueblo de Carayaca
por ser el pueblo donde nací
nunca te apartes de mi memoria
porque tus glorias son para mí...


Este conjunto Voces Risueñas
cantan tus glorias con emoción
progresa mucho pueblo querido
pero no olvides nunca tu tradición...


Vibramos por simpatía con las Voces Risueñas. Es muy fácil identificarse con un canto que parece brotar de la tierra. Miro con atención y encuentro a mi reflejo en el espejo, sólo que canto increíble. Amistad de honda raíz, nos hemos encontrado hoy. Hace un momento nos desplazábamos solos por el universo, pero hoy somos melodías en sintonía, qué afinación.


Canten risueñas, de ustedes depende la armonía de Venezuela y de este caótico planeta.





miércoles, 17 de noviembre de 2010

Oficios de difuntos


Los Oficios de Difuntos nos permiten saber cuál es la diferencia entre la vida y la muerte. Luís Britto García llama la atención acerca de nuestra percepción sobre la vida y la muerte limitada a la biología, al hecho físico de nacer y morir. Los que ganan la gloria viven para para siempre, trascienden a su cuerpo, y se convierten en idea libertaria. 

Sólo quien ama vive, aquel que se sacrifica por los otros, quien se entrega a los otros, vive enternamente. Pero hay otros que no tienen tal fortuna, los mezquinos, los egoístas que se apropian de los otros para brillar momentáneamente en la sociedad del capitalismo, son condenados a estar muertos en vida.

Pero, cuidado, a ellos les corresponde acabar con los vivos, sólo así podrían reinar, instalando para siempre  la cultura de la muerte. A nosotros nos corresponde seguir viviendo y dejar descansar a los muertos.

Dolorita no me llores
no nací para semilla
acuérdate que en la vida
te dí mis buenos amores

Y el dolor déjalo pasar
y el amor vuelve a retoñar

Si consigues Dolorita
amor como el que te he dado
no recuerdes el pasado
ni me nombre tu boquita

Canta Gualberto Ibarreto a Dolorita...

El dolor déjalo pasar
y el amor vuelve a retoñar


OFICIOS DE DIFUNTOS 
Por: Luís Britto García

Publicado el 31 de octubre de 2010 en www.luisbrittogarcia.blogspot.com

1

Puntual como la muerte llega el Día de Difuntos. Los gringos lo conmemoran vistiéndose de monstruos para demandar regalos, como si estuvieran invadiendo un país. Los españoles montan el Don Juan Tenorio de Zorrilla para requebrar al sueño eterno de la siesta. Los picantes mexicanos van a los cementerios para asegurarse de que sus muertitos no han salido a hacer diabluras. Sólo nosotros tratamos a los muertos haciéndonos los locos, vale decir, dejándolos que gobiernen a los vivos.

2

Nuestra relación con la muerte define nuestro vínculo con la vida. Los difuntos están allí para superarlos. Muerto es buen antepasado pero mal camarada. Entregársele es falta de autoestima. Por ejemplo, no debería un movimiento vital, palpitante y mayoritario convidar a que le redactara su Constitución una legión de cadáveres políticos, porque la sembrará de lápidas y artículos de protección a la propiedad privada y al capital extranjero, y de allí saldrán a asaltar al Estado.

3

No invites a los muertos a tu casa: la volverán camposanto. Quien no presenta signos vitales ni se comunica con los vivientes, o pasó a mejor vida o es el Estado. El nuestro yace en cripta de leyes caducas y catafalco de requisitos inútiles tras infranqueable sarcófago de páginas web que nunca abren. Legión de osamentas de la Cuarta República lo devora y nos devora.

4

A los inmortales los tenemos en la memoria, pero nuestros difuntos quieren que la perdamos. Bolívar impuso el principio soberano de que las controversias sobre el interés público de Venezuela deben ser resueltas con nuestras leyes y tribunales. Desde fines del siglo XIX nuestras constituciones consagran tal principio, que debe considerarse escrito en todos los contratos. Para violarlo, en 1902 las flotas de acorazados de tres imperios se agavillaron, nos bloquearon, nos bombardearon, nos robaron hasta las campanas. Un siglo más tarde cadáveres insepultos redactan sentencias que entregan a Venezuela a los árbitros de las transnacionales. Dales Señor el descanso eterno.

5

Dominan los extintos a los vivos mediante la palabra difunta. Cadáveres insepultos borraron de los programas educativos de Primaria la Historia, la Geografía, la Educación Cívica de Venezuela. Todavía no regresaron al pensum: pero sí han vuelto al poder quienes las erradicaron. Les bastó con cambiarse de mortaja. Desde panteones administrativos presiden el Réquiem solemne a la amnesia, preámbulo del Sueño Eterno. Rogad por ellos.

6

La muerte es contagiosa, y en todos los pueblos aflige al genocida la muerte moral, aunque los tribunales olviden o los cómplices absuelvan. Donde vaya lo sigue la mirada de madres sin hijos e hijos sin padres. Donde penetra contamina la peste de la tumba. Sólo entre nosotros siguen inconstitucionalmente sellados los archivos de los cuerpos represivos. Sólo entre nosotros puede un masacrador ser representativo. Luzca para él la oscuridad perpetua.

7

En la novela de Mary Shelley, Víctor Frankenstein crea su Prometeo con materiales nuevos y desata un genio de fuerza incomparable. En la versión fílmica, le injertaron un cerebro de cretino a un cosido de cadáveres dispares y surgió un ideólogo de la colaboración de clases. Entre la vida y la muerte no hay sistema mixto. Presente y futuro nacen de la incesante aniquilación del pasado. Sin extinción de lo caduco no hay vida.

8

Dejad a los muertos enterrar a los muertos. Si estamos vivos, actuemos como tales, no nos dejemos arrebatar nuestro instante por quienes se fueron. No nos vayamos con ellos; tampoco dejemos que se vengan con nosotros. No les hagamos compañía antes de que suene nuestra hora; tampoco permitamos que nos fastidien después que sonó la de ellos.


PD: Este blog sale retrasado por falla del correo electrónico ¿Habrá forma de que el ABA de CANTV salga de su tumba? ¿Seguiremos pagando 24 horas de servicio y recibiendo 24 minutos de conexión al día?


martes, 16 de noviembre de 2010

Ismael Querales: "Los medios no reflejan la cultura venezolana"

"Nosotros nos sensibilizamos con la obra de mi papá y del maestro Sojo", así nos comentó el maestro Ismael Querales. Él, se vinculó a la música a través de la obra de su padre, Teo Capriles, quien a su vez formó parte de la escuela del maestro Vicente Emilio Sojo. La labor de investigación y difusión de los géneros musicales venezolanos fue continuada por Ismael y su hermano Jesús. Un Solo Pueblo se conformó luego, y con Zorena Valdivieso y Francisco Pacheco emprendieron años de viaje por todo el país para aprender de los cultores venezolanos la música, los sonidos de nuestro pueblo.

Así aprendieron, así adquirieron conciencia de ser venezolanos y amar todo los que nos identifica.

"La gente clasifica a la música venezolana como algo bonito, como observas la fauna, pero se sienten ajenos a ella", dijo Ismael, explicando que la música son los sonidos que identifican al venezolano, y que así como estamos vínculados a los olores y a los sabores tradicionales de la comida venezolana, así debemos sentirnos con relación a nuestra música.

"Lamentablemente, los medios no reflejan la realidad de la cultura venezolana, en lo que respecta a la música", dijo.

A continuación un breve bosquejo de su vida en amor a la tradición venezolana.

Ismael Querales


José Ismael Querales, músico y compositor venezolano nacido en Caracas en 1953, ha convertido su bandola en puntero de un enfoque actual de la música criolla venezolana, estableciendo con ello una tendencia diferente dentro de la música contemporánea, en la cual se fusiona la música tradicional llanera y otros géneros, como el joropo central, con elementos de la música urbana. Querales ha realizado una investigación pausada y minuciosa en torno a la bandola, explotando sus posibilidades y recursos para lograr establecer nuevos parámetros conceptuales que contribuyen al avance y desarrollo de la música venezolana.


Ismael Querales es fundador e integrante del grupo Un Solo Pueblo, así como miembro fundador de las siguientes agrupaciones e instituciones: Canturia Popular Venezolana, Pasacalle, Rucaneo del Mabil y la Fundación Nacional para el Desarrollo de la Cultura Tradicional (Fundatradiciones). También ha sido miembro del grupo Cántaro y creador de la agrupación La Banda de la Bandola (Mastranto Jazz). Se ha presentado en sinnúmero de festivales a nivel nacional e internacional (Colombia, Bolivia, Guayana Francesa, República Dominicana, Puerto Rico, Cuba, Nicaragua, México, Estados Unidos, España, Francia, Italia, Alemania, Austria, Holanda, Suiza, Inglaterra, Bélgica).


Asimismo, ha participado en los discos grabados por Un Solo Pueblo y Venezuela Un Solo Pueblo, como solista e instrumentista (25 volúmenes, 1977–1996); en Teo Capriles Canta a Caracas, como solista y corista (1978); en el disco Canturia Popular Navideña Venezolana, como solista, Alcaldía de Caracas (1992); en cinco grabaciones con el grupo Pasacalle (1998–2003); y en grabaciones con artistas reconocidos, tales como Luis Mariano Rivera, Cecilia Todd, Lilia Vera, Ilan Chester, Simón Díaz, Wilfrido Vargas, Serenata Guayanesa, El Carrao de Palmarito, Gualberto


Ibarreto, Nancy Ramos, Reina Lucero, Francisco Pacheco, Reynaldo Armas, Iván Pérez Rossi, y Los Vasallos del Sol.

Participó en el programa Jazz, de Venezolana de Televisión, con la agrupación La Banda de la Bandola, y ha sido instructor de ejecución de bandola (1988–2003), así como de maracas y canto tradicional (1992–1998) en la Fundación Bigott.
 


Información proporcionada por Fundación Bigott

 


» Composiciones para bandola llanera:


Suite Gallinácea con 5 movimientos – 1988


-El Pollo


-La Mujer del Pollo


-La Amante del Pollo


-Los Niños


-La Muerte


La Mañocera de Guama – 1989


Un Segundo de Lucero – 1989


Fandango para un Coplero – 1989


Flores para Juan Esteban – 1990


Cantadoras – 1990


El Gabán Hiperkinético – 1990


Lavando la Bandola – 1991


En Guardatinajas – 1992


El Vuelo de la Pájara – 1993


» Composiciones para bandola oriental:


A Luis Miranda – 1990


Juancito – 1991




» Discografía:


Música para Bandola – 1992


Aguinaldos y Parrandas Tradicionales, Venezuela Un Solo


Pueblo – 2001


Bandolas de Ismael Querales, Fundación Bigott – 2002


Canturia, Ismael Querales y Francisco Pacheco – 2003